En más de una ocasión nos hemos visto obligados a fotografiar directamente hacia el Sol o algún punto de luz. Esto crea un contraluz en nuestra fotografía y por lo tanto una situación de contraste muy fuerte.
Cuando tenemos una escena con mucho contraste es complicado que nuestra cámara consiga obtener detalle en toda la fotografía. Una situación de contraste típico podría ser fotografiar un atardecer, con el Sol de cara.
Pero incluso cuando el Sol ya se ha puesto y fotografiamos hacia el Oeste, el horizonte sigue teniendo mucha más luz que el resto de nuestro encuadre, por lo que probablemente las zonas del primer plano nos saldrán muy oscuras.
Esto se debe a que el rango dinámico de nuestro sensor no es capaz de captar la información de las altas luces (el cielo) y de las sombras (primer plano). Debemos elegir lo que queremos salvar y medir en esa zona.
Fotografiar un contraluz no es siempre algo malo, puesto que nos permite conseguir fotografías donde aparecen siluetas de los objetos o de las personas. El resultado, muchas veces es muy llamativo.
Cuando no queremos obtener una silueta y tenemos un fuerte contraluz tenemos la opción de disparar varias fotografías con exposiciones distintas para después fusionarlas y crear un HDR.
Ahora bien, ya sea que creemos un HDR o disparemos un contraluz y queramos algo de detalle en el primer plano, un contraluz es un contraluz. Lo que quiero decir es que a pesar de que el ojo es capaz de ver a la perfección nuestra escena, nuestra cámara no.
Cuando vamos a procesar nuestra fotografía debemos de tener en cuenta que el contraluz es una situación donde el primer plano va a tener menos luz que el fondo (el cielo). Por lo tanto, hay que tener cuidado y no levantar las sombras en exceso ni querer iluminar el primer plano de igual manera que el fondo. Las luces tienen que estar equilibradas y ser coherentes con la situación de la luz que hemos fotografiado.
El rango dinámico de los sensores cada vez es mayor y llegará el día en el que fotografiar la foto de portada no tendrá dificultad, pero también nos pondrá más difícil crear esos contraluces donde buscamos las siluetas a menos de que las procesemos para obtener ese resultado.
El HDR nos permite obtener información en todas las zonas de nuestra fotografía y es ideal cuando tenemos un contraluz. De hecho, en ocasiones, ni siquiera el uso de filtros nos ayuda a conseguir una fotografía con más información en el primer plano.
Pero a pesar de conseguir una fotografía final con mucha más información, a la hora de procesar un HDR tenemos que seguir siendo coherentes con la luz que había. Seguramente habréis visto más de un HDR en el que la cantidad de luz en toda la escena es muy evidente, tanto que el resultado es irreal. Este tipo de fotografías estuvo de moda y todavía hoy en día se ve alguna por ahí, pero la verdad es que a mí me dañan la vista.
Quizás por eso cuando alguien oye hablar de fotografía HDR piensa automáticamente en esas fotos y las rechaza. Nada más lejos de la realidad, y de hecho, aquí os pongo un HDR totalmente realista y acorde con la luz que había en el momento de disparar. El hecho de tomar varias fotografías me permitió que no tuviera que levantar mucho las sombras y evitar así el ruido.
Antes comentaba que ni los filtros nos pueden ayudar en ciertas situaciones y es así. Yo me declaro fan de los filtros y los uso siempre que son necesarios y útiles, pero el caso es que cuando tenemos elementos que sobresalen por encima del horizonte es muy complicado utilizarlos.
Una manera de utilizar filtros degradados en estas situaciones sería combinar un filtro ND para alargar la exposición y así tener tiempo para mover el filtro degradado, como puso de moda el maestro José B. Ruiz. Pero cuando queremos obtener la fotografía con un tiempo de exposición corto esto no es posible hacerlo, no teniendo más remedio que usar varias tomas.
En el caso de la fotografía anterior, si hubiera utilizado un filtro ND (densidad neutra) para alargar la exposición las nubes habría salido movidas y no era lo que yo buscaba.