Más de 100 personas se apuntaron el pasado fin de semana a los dos fotowalks gratuitos que organicé en Valencia, con el fin de fomentar la fotografía, reunir a gente con la misma afición, pasar un buen rato fotografiando nuestra ciudad y sobre todo, para enseñar fotografía.
En los últimos años, la fotografía se ha hecho cada vez más accesible, debido a la cantidad de cámaras que salen diariamente al mercado, pero sobre todo por su bajo coste. Esto ha supuesto que cada vez más gente tenga una cámara de fotos en sus manos.
El problema viene a la hora de usarla, puesto que la mayoría no tiene los conceptos mínimos para poder sacarle el máximo partido a su cámara. Es cierto que estas cámaras disponen de varios modos automáticos, que obtienen fotografías como si de cámaras compactas se tratasen, sin embargo, estamos dejando que sea la cámara la que decida cómo va a salir la fotografía.
Lo primero que recomiendo siempre a mis alumnos es que cojan el manual (sí, ya sé que es un rollo y que tienen demasiadas páginas) para que conozcan todas las funcionalidades que le permite su cámara. Está claro que al final utilizamos solamente unas cuantas, pero es interesante saber cómo se configuran, aunque sólo sean las más básicas.
El mayor reto al que se enfrenta una persona por primera vez en fotografía es aprender a manejar la cámara en modo Manual. En este modo, todos los parámetros depende de la persona, nada queda al azar, por lo tanto el mérito o el error depende exclusivamente de cada uno.
Después de comentar una serie de parámetros básicos que hay que configurar en la cámara y de explicar algunos conceptos teóricos nos pusimos a recorrer diferentes lugares con el fin de poner en práctica cada uno de los conceptos que iba explicando.
Aprender a medir la luz es uno de los mayores problemas que tiene la gente al principio, puesto que no sabe cómo configurar los parámetros de la cámara. Unas explicaciones sobre lo que es el diafragma, la velocidad de obturación, el ISO y muchas pruebas después empiezan a dar sus primeros frutos.
Para poder llegar al máximo número de personas, planteé dos fotowalks, uno el sábado en la Ciudad de las Ciencias, y otro el domingo, en el centro de Valencia. Tengo que decir que la respuesta superó mis expectativas, consiguiendo que más de 100 personas de todas las edades se apuntarán a los fotowalks.
Esto demuestra la afición que hay por este arte maravilloso y las ganas que hay de aprender. Qué mejor que un fotowalk para conocer gente y con tu afición con otras personas.
Para mi fue un placer asentar las bases de la fotografía para muchos de los iniciados en este mundo, y resolver todas aquellas dudas de las personas con conocimientos más avanzados. Debido, precisamente por la gran afluencia, tengo que agradecer la colaboración de mi amigo Jorge Perez Carsí, que amablemente estuvo resolviendo dudas a todas las personas que yo no podía atender.
Sin embargo, esto no es más que el principio, y ahora toca practicar todo lo aprendido, ya que es la única manera de aprender. Al final, manejar la cámara es sólo técnica, la cual puede aprender todo el mundo. Lo importante viene después, cuando únicamente dediques todo tu esfuerzo a componer y conseguir transmitir tus propios mensajes a través de tus fotografías.
Si te gustó lo que viste y te quedaste con ganas de más, quizás te interese alguno de los cursos que estoy organizando para Enero. Si quieres saber más información puedes visitar el siguiente enlace:
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