Amanecer en Roma

Hace ya tres meses desde que viajé a Roma y me sigo acordando como si fuera ayer. Hubo un día del que me acuerdo especialmente, o más bien una noche, ¿o una mañana? Lo cierto es, que cada vez es más habitual que en mis viajes haya por lo menos un día en el que salga directamente por la noche a hacer fotos. Mejor dicho, de madrugada, con pocas horas hasta el amanecer.

Una de las cosas que más me gusta de Italia es lo pronto que amanece, por lo que mi táctica para hacer amaneceres es la de no dormir. Aquella noche recuerdo empezar el recorrido sobre las 3 am. Previamente, había hecho un trayecto a seguir, de los sitios que me interesaba ver por la noche, aprovechando las horas intempestivas para tratar de conseguir fotos sin gente que por el día es francamente imposible, incluso con el filtro Big Stopper de Lee.

No tenía mucho margen de error, puesto que el objetivo prioritario del recorrido acababa en lo alto de una colina, justo antes de que saliera el sol, aprovechando la primera luz para sacar una panorámica de toda la ciudad. Además, tengo que reconocer que sólo conocía ese lugar por fotos y no había tenido tiempo de localizar el día anterior.

En esta ocasión, conté con una colaboración que me ayudó a ubicarme y que me llevó justo hasta la cima sin equivocarme en ningún momento. Esa ayuda vino por parte de mi nueva tablet y se portó fenomenal. Era la primera vez que me la llevaba de viaje y cumplió perfectamente su cometido. Hay que decir, que las tablets o móviles que tienen GPS no necesitan internet para ubicarte y guiarte, eso sí, previamente debes haber descargado el mapa en tu dispositivo.

El primer destino fue la Fontana di Trevi, de todo el mundo conocida. Para mi sorpresa e incredulidad, la plaza estaba vacía de gente, salvo el eterno coche de policía que duerme junto a cada uno de los monumentos más famosos de Roma (fijaros como aparece en la mayoría de fotos nocturnas). Para mi, era difícil obtener una fotografía de esta fuente sin caer en los clichés, por lo que tenía que intentar no sacar a nadie. La opción de realizar un encuadre cerrado no era una opción, ya que esa fotografía la podría hacer por el día, y no es tan original. Un plano abierto tampoco me convencía, por lo que probé primeros planos cercanos al borde de la fuente, difíciles de alcanzar normalmente. Al final me fijé en las pequeñas vallas que hay rodeando la fuente, y en sus peculiares formas que tenían los adornos de metal, con su forma en espiral, por lo que empecé a hacer pruebas hasta que obtuve lo que andaba buscando. Creo que el resultado es bastante aceptable y diferente a todo lo visto anteriormente.

Amanecer en Roma - Fontana di Trevi
Amanecer en Roma – Fontana di Trevi

El siguiente paso era el Panteón, donde obtuve una serie de fotos a ras de suelo para destacar los adoquines, tan característicos de la ciudad.

La siguiente parada fue la Piazza Navona, donde el cielo empezaba a adoptar un tono azul marino premonitorio. Después de dar unas vueltas alrededor de una de las fuentes me puse a hacer alguna fotografía con una vista más amplia de la plaza y alguna farola, pero las prisas aparecían y aun tenía que llegar a mi destino.

Hasta el momento, todos las localizaciones ya las conocía, y mis cálculos de los desplazamientos estaban controlados, sin embargo, la siguiente localización era desconocida, por lo que tuve que usar la tablet para seguir el camino que me llevara hasta la colina que se encuentra en la parte oeste de Roma, ubicada en el barrio del Trastevere.

En otro artículo hablaré de las ventajas que tiene usar un dispositivo móvil o tablet en tus viajes, seas o no fotógrafo.

Pues bien, con el tiempo justo me dirigí hacia el barrio del Trastevere y poco a poco empecé a subir escaleras y alguna que otra pendiente. Casi llegando a la Piazza Giuseppe Garibaldi el camino estaba lleno de árboles entre los cuales se empezaba a vislumbrar la panorámica de la ciudad. Al fondo, las montañas, con ese tono anaranjado asomando por detrás de ellas, mostrándome el punto exacto por donde, en unos minutos iba a salir el sol. Aun disponía de tiempo para encontrar un buen encuadre y probar diferentes objetivos. En mi cabeza estaba la de obtener una fotografía en la que se pudiera ver claramente el monumento a Vittorio Emmanuelle y sus ángeles, por lo que utilicé mi teleobjetivo con duplicador para obtener el mayor aumento posible. Una vez salió el sol disparé varias veces hasta que obtuve lo que quería.

Amanecer en Roma
Amanecer en Roma

Después de un momento (breve) de relax para disfrutar de aquel espectáculo cogí todos los cacharros y volví a bajar raudo y veloz. ¿Por qué? si ya había cumplido el planning, ¿no? pues no, puesto que ese era el objetivo principal, pero esa luz había que aprovecharla, y ya que bajar siempre es más rápido que subir, me dirigí como una flecha hasta el monumento Vittorio Emmanuelle. Sí, efectivamente, aquél monumento que se veía tan lejos en mi visor en poco más de 20 minutos se convirtió en objeto de mis disparos. La verdad es que a partir de aquí todo era una incógnita, puesto que no sabía si la luz sería demasiado dura para entonces. La verdad es que el resultado fue óptimo, luz suave lateral sobre las mútilples columnas y estátuas, y por supuesto el onmipresente coche de la policía justo delante, el cual ya forma parte del paisaje.

Y para finalizar el recorrido, ahora sí, me desplacé a la parte trasera del Vittorio Emmanuelle, desde donde se puede contemplar una panorámica del foro romano. Mi idea era obtener una foto vertical en la que uno de los múltiples arcos de columnas que había tapara lo justo el sol, dejando pasar algún que otro rayo. Os dejo con la vista que pude disfrutar en silencio durante un buen rato. Creo que me lo había ganado.

Amanecer en Roma - Foro Romano
Amanecer en Roma – Foro Romano

Cuando parecía que ya había hecho todas las fotos que quería hacer y se había cumplido el planning a la perfección fue cuando hice la mejor de todas. Aprovechando que en mi recorrido de vuelta a casa se encuentra el Coliseo, decidí rodearlo y ver si la luz baja lateral del sol me podía dar alguna alegría, y así fue. La idea era buscar un contraluz, ya que precisamente en el lado donde daba la luz suave había un andamio que tapado toda la Vi que la luz atravesaba los distintos arcos creando contraluces en el suelo muy interesantes, por lo que decidí obtener un encuadre bajo, en el que pudiera captar los adoquines tan bien marcados en esta ocasión, y de esta manera poder perfilar el Coliseo.

Amanecer en Roma - Coliseo
Amanecer en Roma – Coliseo

En esta ocasión tuve suerte, porque la madrugada/amanecer salió bordada y pude fotografiar todo lo que tenía en la mente. A pesar de estar casi todo planificado, siempre suelen haber imprevistos o muchas veces la foto que tenías en la cabeza no puede hacerse en ese momento. Otras veces la suerte te concede esa fotografía que no tenías en la mente. Sin embargo, la fotografía no sólo está en tu mente sino también en tus ojos, en tu manera de ver, en ver lo que otros no ven en ese instante.

Si os habéis quedado con ganas de ver más fotos de Roma podéis acceder a la galería.

 

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