Un Castillo de fuegos artificiales
Las Fallas es una fiesta marcada por el fuego, el ruido y la pólvora. Si por el día podemos asistir a la mascletá, por la noche tenemos una cita obligada en el antiguo cauce del río Túria para asistir a los Castillos de fuegos artificiales. En esta ocasión, el ruido no es el único protagonista, sino también el color. Multitud de cohetes de todo tipo de colores y formas iluminan el cielo valenciano. Miles de cabezas miran al cielo para disfrutar de estos minutos en los que el cielo oscuro se tiñe de rojos, verdes, azules, amarillos.