Viaje Fotográfico a Marruecos en 2017
El próximo mes de marzo podrás disfrutar de un viaje fotográfico a Marruecos en el cual durante 8 días y 7 noches tendrás la posibilidad de descubrir parte de la…
El próximo mes de marzo podrás disfrutar de un viaje fotográfico a Marruecos en el cual durante 8 días y 7 noches tendrás la posibilidad de descubrir parte de la…
Como viene siendo habitual durante los últimos veranos, aprovecho para recorrer España y visitar algunos lugares en los cuales no he estado antes, y otros que vale la pena repetir. Hacía algunos años que tenía en mente recorrer la parte norte de la península de Oeste a Este, pero siempre surgía otro plan.
Este año por fin pude realizar este largo viaje y visité Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. El objetivo era conocer de primera mano playas que son míticas para los fotógrafos de naturaleza.
¿Quién no sueña con que lleguen las vacaciones para poder viajar a otros lugares? ¿con conocer ciudades míticas, culturas distintas a las nuestras, o poder disfrutar de la naturaleza en estado puro? Hoy en día viajar es mucho más sencillo y más barato, de manera que prácticamente podemos estar en la otra parte del mundo a un precio muy reducido.
La montaña suele ser un lugar al que se suele acudir bastante si te gusta realizar fotografía de paisaje, aunque el esfuerzo es mucho mayor que otras disciplinas. Para llegar a los mejores lugares hay que recorrer distancias con todo el equipo fotográfico a cuestas, más el equipo de montaña, comida y demás.
Hay ocasiones, como la fotografía de portada del artículo, en las que desde el mismo núcleo urbano basta con mirar hacia arriba y contemplar una de las montañas más famosas y bonitas del planeta. Ésta es de las últimas fotografías del día, después de una larga jornada subiendo montañas y andando caminos.
Después de mi paso por Mont Saint-Michel me dirijo al norte, entrando de lleno en Normandía, con destino al Cabo de La Hague. Allí se encuentra un pueblecito pesquero y un faro que quería fotografiar.
Tras 200km llego a mi destino para poder fotografiar el atardecer. En este caso, el Sol se ponía por el lado del mar, con lo que iba a tener un contraluz muy fuerte. Había algo de nubes, así que tenía que esperar a los momentos en los que pasaran los rayos del Sol para iluminar tanto las rocas como el faro.
La primera vez que vi fotografías de Mont Saint-Michel fue a través de las fotografías de uno de mis grandes referentes, Michael Kenna, y desde ese momento entró a formar parte de los lugares imprescindibles. Hace casi un año pude hacer realidad este sueño y pude fotografiar un lugar mágico, un lugar mítico, una ciudad en medio del mar.
Revisando fotos he acabado en mi viaje a los Alpes Italianos de hace dos años, en el cual pude visitar diferentes lugares, pueblos y ciudades. Sin embargo, en aquel viaje hubo dos escapadas fugaces que nunca se me olvidarán. Una de ellas fue a Zermatt para visitar el archiconocido Matterhorn (Monte Cervino como lo conocen en Italia). La otra fue sobre la que voy a hablar en este artículo, y fue para volver a un lugar que me conquistó al ver una serie de fotografías de la National Geographic Viajes, los Dolomitas.
Hace poco pude visitar por fin un maravilloso e increíble lugar, referencia para muchos fotógrafos de naturaleza, La Catedral en San Juan de Gaztelugatxe. Quizás el hecho de que la Ermita esté justo al lado, y de que para bajar hasta la playa haya que pasar por una roca resbaladiza cuando hay marea baja, sean los motivos por los que mucha gente no la visite.
Después de tres días de fiesta, el punto final de las Fallas lo pone la Cremà, donde miles de monumentos arden en llamas, entre lágrimas de emoción de aquellos Falleros que han vivido intensamente todos estos días.
Durante un año entero, los artistas falleros han puesto todo para crear estos estos monumentos, que apenas durante cinco días han visto la luz, y miles de turistas han podido contemplar. Grandes figuras que destacan sobre el resto de ninots, haciendo muchos de ellos sátiras y críticas contra los sucesos más importantes acontecidos durante el último año, sobre todo de temas relacionados con la política.
Las Fallas es una fiesta marcada por el fuego, el ruido y la pólvora. Si por el día podemos asistir a la mascletá, por la noche tenemos una cita obligada en el antiguo cauce del río Túria para asistir a los Castillos de fuegos artificiales. En esta ocasión, el ruido no es el único protagonista, sino también el color. Multitud de cohetes de todo tipo de colores y formas iluminan el cielo valenciano. Miles de cabezas miran al cielo para disfrutar de estos minutos en los que el cielo oscuro se tiñe de rojos, verdes, azules, amarillos.