Ya está todo listo para 2019. En Otoño volvemos a Islandia, pero esta vez con alguna que otra sorpresa. Si te quedaste con las ganas de fotografiar las Auroras Boreales, en 2019 vas a tener muchas más posibilidades. ¿Te vienes?
Son tantos los motivos por los que cada uno sale con su cámara y toma fotografías que podríamos empezar y no acabar nunca. Pero, y tú, ¿en qué piensas cuando estás haciendo fotos?
Entiendo que mucha gente que lea esto no entienda porqué escribo este artículo, ni tampoco el hecho de que cuando sales a hacer fotos tengas que tener una motivación o una razón de ser. Es posible que lleves poco tiempo con la cámara y simplemente retrates esos momentos que ves pasar delante de tus ojos, o seas un perro viejo y lo que quieras es disfrutar.
¿Sabes lo que es una cámara Mirrorless? ¿Sabes cual fue el origen de su existencia y porqué todos los fabricantes empezaron a diseñar este tipo de cámaras? En el siguiente artículo te cuento cual era la finalidad de estas cámaras y en qué punto nos encontramos actualmente.
Este año he vuelto a organizar un viaje fotográfico por Islandia, donde 11 personas me han permitido guiarles por una isla de nunca deja de sorprenderte. El objetivo del viaje, aparte de disfrutar de los paisajes era fotografiar las Auroras Boreales.
Aprovechando que en unos días vuelvo a Islandia he pensado que estaría bien escribir un artículo sobre lo que hay que saber para aprender a fotografiar Auroras Boreales. Este fenómeno natural es cada vez más conocido, pero por muchas fotografías que hayas podido ver no hay nada como verlas en directo. Sin embargo, y aunque pueda parecer lo contrario, sacar una fotografía de una Aurora Boreal es más sencillo de lo que piensas.
La primera vez que visitas un lugar para fotografiarlo no piensas que años más tarde serás tú quien lo enseñe a otras personas, quien les lleva hasta allí precisamente para que lo fotografíen, o eso es lo que pensé la primera vez que visité los Alpes Italianos de los Dolomitas.
El Lago Leman fue otro de los lugares visitados durante mi ruta por Europa de este verano. Había visto fotos y me llamó la atención el Castillo de Chillon. Durante unos cuantos días lo estuve fotografiando, tratando de encontrar luces diferentes y encuadres, los típicos y los que no lo son tanto.
Aún recuerdo cuando vi por primera vez una foto de los Dolomitas. Fue portada de la revista National Geographic de Viajes y en ella se podía ver el pueblo de Santa Magdalena, en el Valle de Funes. Aquello fue amor a primera vista.
Después de varios días en la Toscana tocaba hacerse a la idea de que tocaba subir hacia el norte, camino de Suiza, pero antes debía cambiar de aires y pasar de la naturaleza a la ciudad, debía visitar Florencia.
Ya había estado hace muchos años, tantos que ni siquiera tengo fotos de aquella visita. Tenía vagos recuerdos, pero algunos puntos de la ciudad todavía estaban en mi memoria. Sin embargo, en aquella ocasión, también una visita de un día, no pude disfrutar de las vistas típicas que nos encontramos en la Plaza de Miguel Ángel (Piazzale Michelangelo).
Mi visita a la Toscana fue improvisada así que tuve que localizar aquellos lugares fotogénicos en pocos días. Una vez allí fui recorriendo con el coche cada uno de los lugares, algunos de ellos, algo difíciles de encontrar a simple vista. Sin embargo, en esta visita las mejores fotos no las obtuve desde tierra, sino con mi dron. ¿Quieres ver la Toscana desde otro punto de vista?
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